
TRAYECTORIA:
Italia (1985-1996)
Su primer equipo fue el SS Lazio, el equipo de sus amores, donde incluso funda el grupo ultra Irriducibili, de corte neo-fascista.[1]
Posterioremente, jugó en otros grandes clubes de Italia: el Milan, el Napoli y la Juventus. En el Milán integró un equipo muy recordado para los hinchas, conducido por Fabio Capello, que contaba con figuras de la talla de Frank Rijkaard, Ruud Gullit, Franco Baresi y Paolo Maldini, entre otros.
Gran Bretaña (1996-2004)
Su convivencia en el equipo de Capello no era la mejor, lo que lo llevó a primero, irse a Escocia (en donde fue declarado futbolista del año) y luego a arribar a la Premier League, jugando en el Sheffield Wednesday.
En 1998, llega al West Ham Utd, jugando hasta la temporada 2002/2003 para ser transferido al Charlton Athletic donde dejó un grato recuerdo. Durante su estancia en el West Ham, recibe el galardón FIFA Fair Play Award en el año 2001.
Vuelta a Lazio (2004-2006)
En la temporada 2004/2005 Di Canio revoluciona Roma, volviendo al club de sus amores: SS Lazio. Di Canio para jugar en la escuadra lacial tuvo que resignar dinero y lo hizo sólo por el hecho de ser el club de sus amores. En el club lacial ya es ídolo gracias a compartir la ideología de Mussolini , pero también generó controversias con su saludo romano que lo llevó a ser sancionado por la Asociación de Fútbol de Italia.
Cisco Roma y retirada (2008)
En julio de 2006, Paolo Di Canio firma por una temporada con el Cisco Roma de la Serie C2 (cuarta división italiana), tras no llegar a un acuerdo de renovación con su equipo. En julio de 2007 el equipo desciende de categoría y actualmente juega en el Cisco Roma B, es decir en la quinta división italiana.
IDEOLOGIA:
Di Canio nunca ha escondido su simpatía por la ideología fascista de Benito Mussolini, personaje al que admira. La manifestación de su ideología en multitud de ocasiones, le ha llevado a ser aclamado por la curva nord, los hinchas de su antiguo club el SS Lazio, principalmente por el grupo ultra los Irriducibili. En concreto, el saludo fascista protagonizado en un clásico contra la Roma le catapultó a la primera página de los medios deportivos de todo el mundo.
paoloo paolooo paoloooo eres el amo
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